¿De qué se trata sobre pensar – sobre analizar?

0
1343

Introducción 

El cerebro humano no está diseñado para complacer a la gente, sino para sobrevivir. Es un órgano poderoso que puede ayudarnos a tomar las decisiones correctas a veces, pero también nos hace propensos a pensar demasiado en las cosas y a obsesionarnos con ellas. Entonces, ¿qué significa esto para los que luchamos contra el sobre análisis? Pues que…

Pensar demasiado es en realidad la clave para superar algunos de los pasajes más importantes de la vida.

Pensar demasiado es en realidad la clave para superar algunos de los pasajes más importantes de la vida. Si piensas en exceso, significa que estás pensando demasiado en algo. Puede que te estés preguntando si tu pareja te está engañando o qué fue exactamente lo que salió mal en tu última relación. Todas estas cosas se pueden analizar en exceso y causar un dolor o estrés innecesario en nuestras vidas, pero hay formas de evitar este problema.

Pensar en exceso puede ayudar a evitar errores porque nos obliga a considerar muchas opciones diferentes antes de tomar una decisión; esto nos permite sentirnos seguros de nuestras decisiones cuando las tomamos, ¡incluso si resultan diferentes a lo planeado!

El exceso de análisis o rumiación es un síntoma psicológico.

El sobre análisis es un síntoma psicológico. Puede estar causado por la depresión, la ansiedad o el TOC.

Depresión: El individuo rumia acontecimientos pasados en un intento de explicar por qué han sucedido y qué significan para el futuro. Por ejemplo, una persona con depresión puede pasarse horas pensando en que su pareja la dejó porque realmente la quería pero ella era demasiado pegajosa y necesitada. Esta persona se sentirá indefensa e impotente, ya que nada parece poder hacer cambiar de opinión a su mujer, que le dejó por otro hombre que parecía más adecuado a sus necesidades.

Trastornos de ansiedad: Aunque la mayoría de las personas que padecen trastornos de ansiedad no se dedican a pensar en exceso (aunque algunos sí lo hacen), puede considerarse un síntoma de esta afección porque sus efectos son similares, independientemente de que uno se concentre en sus pensamientos o no, y ambos tipos de síntomas pueden provocar sentimientos intensos de preocupación por asuntos triviales que no necesitan atención en absoluto. Si te preguntas por qué tu amiga sigue llamando para no olvidarse de algo importante más tarde hoy, probablemente sea porque se ha estado obsesionando con algo totalmente distinto mientras esperaba todo el día…

Rumiar un error que has cometido puede evitar que lo repitas.

Reflexionar sobre tus errores puede ayudarte a aprender de ellos. Si no los rumias, pueden repetirse. Sin embargo, si rumias demasiado o te obsesionas con tus errores, puede convertirse en un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

La rumiación ansiosa puede llevar a profecías autocumplidas.

La rumiación es una forma de pensamiento excesivo. Se produce cuando te centras en un pensamiento negativo, rumiando y preocupándote por él durante horas o días. Es como morder tu propio pie con cada paso que das: provoca más dolor e irritación que cualquier otra cosa.

La rumiación puede conducir a profecías autocumplidas: si pensamos en algo de forma negativa lo suficiente, nuestro cerebro empezará a producir esos pensamientos. Así que si piensas en lo mucho que tu jefe odia «tu idea», pero parece que no puedes encontrar ninguna prueba de esta opinión (porque es sólo una suposición), entonces puede que un día renuncié a tratar de entender qué hace que tu trabajo sea lo suficientemente bueno para las necesidades/expectativas de su empresa/etc., dándose tiempo para dedicarlo a otra cosa (como a la hora de comer).

Si vas a obsesionarte con algo, que sea algo bueno.

Si vas a obsesionarte, asegúrate de que es algo bueno.

Si vas a obsesionarte con algo, asegúrate de que sea algo que te ayude a conseguir tus objetivos. Si un tema no tiene ningún valor o beneficio real, no te preocupes por él, porque no hay ninguna razón para que tus pensamientos se centren en otra cosa que no sea el momento presente y cualquier trabajo que haya que hacer a continuación (o simplemente disfrutar de la vida).

No luches contra tu cerebro.

No puedes controlar tu cerebro.

Vas a pensar en algo y tu cerebro te dirá que no es bueno o aceptable que pienses en esa cosa. ¡Te dirá: «¡No! No pienses en el hecho de que te estoy diciendo que no pienses en tal cosa! ¡Eso es malo! Malo, malo, malo».

Pero, ¿y si te dijera: «No puedes controlar tu cerebro». ¿Qué pasaría entonces? ¿Dejaría de hablar la voz en tu cabeza? De ninguna manera. En cambio, seguiría diciendo cosas como: «¡Eso es! Ahora deja de pensar tanto!». Y entonces, cuando empezábamos a hablar de nuevo (porque sabíamos que no podíamos hacer otra cosa), nuestro amigo encargado decía otra cosa, incluso más interesante que antes: «Y mientras esos pensamientos pasan por nuestras cabezas, vamos a repasarlos de nuevo».

Conclusión: El cerebro humano no está diseñado para complacer a la gente, sino para sobrevivir.

El cerebro humano no está diseñado para complacer a la gente, sino para sobrevivir. Está diseñado por la evolución y la genética para hacernos sentir bien cuando hacemos cosas que son buenas para nuestra supervivencia, como comer y beber agua. También queremos que otras personas nos rodeen para que nos ayuden si nos enfermamos o nos lesionamos. Cuanto más satisfecho estés contigo mismo y con tu vida, más probable será que vivas más tiempo y tengas más posibilidades de transmitir con éxito tus genes (porque entonces esos genes se transmitirán).

Cuando un adulto tiene un patrón de pensamiento excesivamente analítico (como «no debería haber hecho esto» o «no sé qué voy a hacer ahora»), su cerebro puede intentar diferentes formas de lidiar con esta emoción negativa:

  • Podrían intentar distraerse de sus pensamientos pasando tiempo con amigos o familiares que les hagan felices en su lugar;
  • O pueden hablar de estos sentimientos negativos en voz alta para que otra persona entienda lo mal que se sienten;
  • O peor aún, ¡podrían intentar distraerse por completo!

Conclusión

La clave para superar tus pensamientos excesivos es entender que tienen un propósito. No es culpa de tu cerebro; sólo está haciendo todo lo posible para mantenerte seguro y sano. Si lo aceptas, podrás utilizar tus pensamientos excesivos como una oportunidad para tomar mejores decisiones en el futuro.